lunes, diciembre 29

Dos módicos meses sin escribir. Creo que a este paso voy a romper mi propio récord.
Por otra parte todo el mes anterior (Noviembre) estuve en finales y cualquiera que estudie sabe lo insoportable que eso se vuelve, aún así sobreviví y me siento exultante porque al fin no le debo nada a la vida y he pagado todos mis pendientes con la carrera.

Aparte de la felicidad por el fin de semestre, estos días he pasado por toda una gamma de situaciones que me han puesto en casi todas las emociones habidas y por haber que por mil razones (entre ellas el hecho de que estoy en estado autómata solo esperando que el año se termine) solo no escribo o no había querido escribir, total mis dos lectores no me van a extrañar.

Tengo que reconocer que no soy una entusiasta de estas fechas. La navidad, osease ir con la familia, me suena siempre a madriza. Creo que no ha habido año (salvo este, sorprendentemente) en el cual no termine agarrada con alguien o por lo menos sería y en conflicto.

Había escuchado que estas épocas ponen sensible y chillona a la gente y la neta no lo creía hasta que zas!! Me pasó a mí. Creo que desde el 12 al día de hoy he tenido razones para estar masticando mil cosas en la cabeza y sentirme triste.

Que porque la familia, que porque el año que viene que voy a hacer, que porque que tal si ya no o que tal si ahora si… chale.

Espero que los demás no anden como yo porque ahora si nomás que no me saben estas fechas.