martes, enero 27

Diez cosas que tampoco nadie se preguntó de mi

Siguiéndole el post a Fanciulla, me puse a pensar en las 10 cosas que nadie pregunta y probablemente ni debería el mundo saber de mi, así que aquí van para que también ustedes me agarren cariñito.


1- Me jode que me pellizquen los cachetes. Tengo la cara redonda y los cachetes enormes desque que puedo recordar, eso invitaba a la humanidad a pellizcarme haciendo que hasta hoy lo deteste y me defienda hasta a manazos si es preciso.


2- Me da miedo ir al dentista. Otro trauma de infancia; siempre he tenido caries, por lo tanto las visitas al dentista siempre son dolorosas. Ahora que yo administro mis propias hipocondrías lo evito a toda costa.


3- Tengo un hueso de más en un pie. Lo que comenzó como algo que se me veía raro en el pie izquierdo resultó ser un hueso extra más pequeño que una canica que no estorba pero tampoco tiene función alguna.


4- Tengo los pies chuecos. Siguiendo con los pies, que al parecer son mi cruz, tengo el pie plano y soy torpe para caminar como yo sola, logrando un récord de dos lesiones un tanto graves en el mismo pie en cosa de un año.


5- Ya no tengo color favorito. Luego de pasar mi furor por el azul y el morado… se ha ido un color favorito, aunque tengo una tendencia inconsciente por comprar ropa café.


6- No recuerdo mi color de cabello original. Es en serio… dice mi mamá que era castaño claro (dejémoslo en castaño no muy obscuro por aquello de la miopía de madre que ama a sus cuervos). Desde mi primer tinte, un negro-morado que duró como una semana, al castaño-magenta actual quien sabe cual era el original pero es un hecho que no es que me crece ahorita.


7- Soy terriblemente mamona con mis cosas. Tomar algo de mis cosas sin avisarme y como plus, no devolverlo o dejar todo regado a su alrededor puede hacer que tire hasta mordidas.


8- Soy asquerosamente cursi. Antes llevaba una doble vida y suspiraba bajito cuando veía algo meloso en el cine o un vestido de novia… ahora que me he desclosetado simplemente vuelvo diabético al mundo.


9- Canto horrible. Pero la parte fea es que apenas me quedo sola aprovecho para hacerlo muy muy fuerte, pobre de quien esté cerca.


10- Me da miedo correr. Esta es reciente y una pinche caminadora maldita tiene la culpa. Ahora no corro ni porque me maten, ¿estúpido? Sí, pero les juro que no lo controlo.



Y bueno… ahí está la listita, debe haber algunas cosas más pero creo que esas son las que ofrecen un poco de novedad.

sábado, enero 24

Pinche tristeza

Es sorprendente que yo escriba tan seguido y de hecho esperaba tener algo más amigable pero la verdad es que me siento mal así que tendremos que hacer una excepción en nuestro post mensual para que me pueda exorcizar de alguna forma.


Como ya dije, estoy bien pinche triste. Una vez más me dormí en mis laureles y ya de antemano se que nomás no puedo hacer eso porque siempre termina en lo mismo: cuando reacciono ya me quedé atrás y no supe que pasó en ese lapso. Y lo feo no es tener que echar a andar otra vez y alcanzar las cosas a donde van, es saber que una vez más cometí la misma pendejada que por lo regular me jode y una vez más no supe ni como.


O más bien apenas me enteré y es precisamente lo que me encabrona y me pone triste. Todos los días hago ciertas cosas que, según yo, son con la mejor de las intenciones y me da mucha angustia que derepente simplemente doy por sentadas muchas cosas que cuando se juntan, descubroque lo que yo hacía no era ni la mitad además de que no lo estaba haciendo tan bien y resultó contraproducente.


Y lo que más odio es darme cuenta tarde y no tener nimadres de paciencia, querer arreglar todo en ese momento aunque mis tics viciosos y exasperantes ya tengan como reloj a mi entorno esperando a ver cuando voy a volver con alguna de mis exquisiteces. Trato de no hacerlo pero aunque esté en la mejor de mis disposiciones cómo explico que esta vez la princesa no se refería a eso.


Suena más emo de lo que en realidad es, puede ser que no esté tan mal y solo me ponga a nadar en mi vaso pero en verdad me angustia esto, me jode estar en este punto y sobretodo me jode más que la ha tenido que pagar quien en verdad menos la debía.

Odio estar bien pinche triste, en verdad lo odio.

ahora si ... vuelvo a comenzar

Pues, otro rato sin escribirles y es que déjenme decirles que las vacaciones me han pasado como uno de los ratos más pasivos y felices en mucho tiempo; me encantaría hacerlos partícipes de mi felicidad pero de antemano el mundo conoce mi cursilería extrema así que estaría por demás decirlo. Además de eso, las vacaciones me regalaron bastantitos kilos de sobra (para no variar, chinga!) y una revelación.


¿La revelación? Después de años (…en realidad como 4 semestres) de vociferarle al mundo que yo iba a estudiar comunicación política aunque no tuviera una peregrina idea de que hacía específicamente un comunicólogo político (si alguien sabe, en verdad agradecería el dato)pero a la hora de la verdad me llegó la luz y ¡zaz! Voy a publicidad.


Fue extraño, sorprendente y revelador pero ahí vamos y quien sabe porqué, tal vez hasta ingenuamente, pero tengo la sensación de que le dí a algo grande. Ojala sea cierto pues creo que jamás había estado tan emocionada de regresar a la escuela y estudiar para publicista. Así que aquí voy de nuevo esperando que me vaya bonito.


Por cierto, espero que tengan (tengamos) buen año y que ahora si salga todo lo que queríamos como queríamos. Salud y que la felicidad los atropelle.