domingo, agosto 31

Para sacarnos los ojos...

Toda fiesta o mitote familiar se presta para ejercer la más ponzoñosa de las hipocresías y solo ir en afán chingativo a ver a quien le jodemos la existencia con nuestra presencia; como en la navidad, los aniversarios, los cumpleaños y todas esas festividades que nos arrastran a tener que soportar a esa gente que nos enseñó a llevar la tolerancia a puntos insoportables haciéndose llamar familia.

Siempre me ha enojado ser hipócrita, y por ello en mis épocas adolescentes jodonas (suponiendo que se han terminado) desperdicié muchas horas peleándome con mis tías y con mis padres que me regañaban por pelearme con mis tías y yo que en mi afán de no ser hipócrita terminaba en tremendas discusiones sin sentido y regañada hasta que el tiempo pasó y aprendí una de las cosas que más útiles me serían años después.

Les castre o no, son mi familia y al revés. Habiendo entendido eso y luego de la resignación inicial solo queda hacer uso de toda la diplomacia que mi terquedad me permita y de cuando en cuando guardarme el sarcasmo y practicar mi deporte favorito: mentarle la madre a la gente con una sonrisa.

¿Para que pelearnos si podemos hablar de esas tres cosas en las que estamos de acuerdo? La pregunta del millón y la cual se responde fácil; en el fondo no hay que gustarnos, solo recordar que a su forma pero toda esa gente me quiere y sirviendo de ejemplo o mal ejemplo, según sea el caso, puedo agradecerles lo que soy, además sabemos de antemano que por mucho que tendamos a sacarnos los ojos la familia es familia y se le quiere.



La única persona a la que no contrario y puede regañarme sin que ponga objeción =)

martes, agosto 12

Es solo una cuestión de actitud

Esta semana (o los dos días que han pasado de ella) volví a clases a la facultad, podría decir que todo cual siempre salvo por el detalle de que este semestre, si no difícil, pinta a que voy a estar bastante ocupada por no decir que andaré en chinga.
Es difícil que en circunstancias normales, trate de ponerle buena cara a un horario tan pesado, un semestre que pinta tan difícil y sobretodo, tan laborioso; suelo ser un ajenjo a quien cualquier cosa le es suficiente motivo para ponerse de malas además de creer firmemente en la ley de Murphy: si algo puede complicarse, lo hará.

Esta vez, llegué a la facultad pensando que no me importa mi horario, o las mil dificultades por las que tenga que cruzar este semestre, simplemente me siento bien y creo que tengo la capacidad de pasarlo. Punto. Se que se puede leer de lo más simplón porque más allá de lo que yo diga, si algo va a joderse lo hará y saldrá a relucir mi verdadera posición frente a los problemas ¿Qué es entonces lo distinto esta vez? Que estoy segura de las cosas.

Por una vez creo que soy a prueba de absolutamente todo, no me interesa como, simplemente lo haré. Por supuesto que la idea es que no se quede solo en palabras: la actitud sí influye en el entorno; aunque se que nada está por sentando, estos días se me han presentado algunas oportunidades que podrían ayudar a que mi horario no fuese tan pesado así como aligerarme un poco el paso tan podidamente pesado que llevaré este semestre.

Dejo de pensar en el porque para enfocarme en el para que, aplicarme en lo que requiera mi atención y muy conciente de que puedo ser muy resistente, pero también tengo derecho a reconocer que necesito un descanso cuando en verdad lo requiera. Todo, al final se vuelve una cuestión meramente de la cara que ponga para lidiar con las cosas, porque así te suelten un bofetón, siempre puedes contestar con la sonrisa más sarcástica que jamás le darás a alguien.

En fin, yo voy empezando y espero que los que también tienen que echar a andar estos días tengan tan buena cara así como voluntad y ganitas como yo, y solo acuérdense, como dice La mala Rodríguez “ conseguir respeto a base de coraje y cojones” no hay más.





------------------------------------------------------------------------------------

Ahora solo díganme, ¿quién puede ponerse ajenjo si el cielo le pone caras tan bonitas?










jueves, agosto 7

A propósito de...

Bueno, es evidente la irresponsabilidad de la señorita del blog porque no ha actualizado hace un buen rato, pero bueno… ha tenido sus razones. Aun así, me tomo la libertad de hacer este post con dos motivos; primero, agradecer a todas las personas que me felicitaron ayer que fue mi cumpleaños, reconozco que creí que pasaría sin pena y sin gloria pero me demostraron que mis suposiciones estaban bastante perdidas. Por otro lado, en motivo precisamente de mi cumpleaños vengo a dejarles la letra y música (si todo sale sobre lo planeado) de una canción que si no me inspira, al menos se me hace buen fondo para desenmarañar lo que viene con este nuevo año, dicen que los inicios son inspiradores, a ver si es cierto.



Hand in my pocket


Im broke but Im happy
Im poor but Im kind
Im short but Im healthy, yeah
Im high but Im grounded
Im sane but Im overwhelmed
Im lost but Im hopeful baby
What it all comes down to
Is that everthings gonna be fine fine fine
Ive got one hand in my pocket
And the other one is giving a high five
I feel drunk but Im sober
Im young and Im underpaid
Im tired but Im working, yeah
I care but Im restless
Im here but Im really gone
Im wrong and Im sorry baby
What it all comes down to
Is that everythings gonna be quite alright
Ive got one hand in my pocket
And the other is flicking a cigarette
What is all comes down to
Is that I havent got it all figured out just yet
Ive got one hand in my pocket
And the other one is giving the peace sign
Im free but Im focused
Im green but Im wise
Im hard but Im friendly baby
Im sad but Im laughing
Im brave but Im chicken shit
Im sick but Im pretty baby
What it all boils down to
Is that no ones really got it figured out just yet
Ive got one hand in my pocket
And the other one is playing the piano
What it all comes down to my friends
Is that everythings just fine fine fine
Ive got one hand in my pocket
And the other one is hailing a taxi cab...




Saludos a todos y prometo que habrá más por aquí, solo que estando todo el día en las mismas cuatro paredes es dificil pensar en algo.