Siempre me ha enojado ser hipócrita, y por ello en mis épocas adolescentes jodonas (suponiendo que se han terminado) desperdicié muchas horas peleándome con mis tías y con mis padres que me regañaban por pelearme con mis tías y yo que en mi afán de no ser hipócrita terminaba en tremendas discusiones sin sentido y regañada hasta que el tiempo pasó y aprendí una de las cosas que más útiles me serían años después.
Les castre o no, son mi familia y al revés. Habiendo entendido eso y luego de la resignación inicial solo queda hacer uso de toda la diplomacia que mi terquedad me permita y de cuando en cuando guardarme el sarcasmo y practicar mi deporte favorito: mentarle la madre a la gente con una sonrisa.
¿Para que pelearnos si podemos hablar de esas tres cosas en las que estamos de acuerdo? La pregunta del millón y la cual se responde fácil; en el fondo no hay que gustarnos, solo recordar que a su forma pero toda esa gente me quiere y sirviendo de ejemplo o mal ejemplo, según sea el caso, puedo agradecerles lo que soy, además sabemos de antemano que por mucho que tendamos a sacarnos los ojos la familia es familia y se le quiere.
La única persona a la que no contrario y puede regañarme sin que ponga objeción =)